Se va un año que no ha tenido altas y bajas. No ha sido el mejor ni para la lucha libre de masas (la americana) ni para la lucha libre nacional.
Francamente este año no pintó para la lucha libre bicolor, simplemente no pasó. Estuve desde dentro y fui testigo de las sesiones de entrenamiento de los luchadores por más de un mes (hasta ahora soy asiduo concurrente y amenazo meterme al ring) y también he sido testigo de los intentos fallidos de imponer nuevamente la lucha libre de entretenimiento en nuestro país.
Dentro de lo destacable está la garra y pasión por esta disciplina que la 'nueva generación' de luchadores peruanos demuestra tanto en sus entrenamientos y peleas en coliseo (muchas veces a medio llenar y otras con cuatro gatos), es un gusto decir que fui testigo de la coronación del primer campeón peruano en treinta años a pesar de que el ganador fue un mexicano: 'El Último Chingón'. Las cosas malas nunca faltan y malos manejos administrativos y falta de visió (o exceso de entusiasmo en este caso) le pusieron cabe a un crio en pañales que intentaba de a pocos aprender a caminar.
Francamente este año no pintó para la lucha libre bicolor, simplemente no pasó. Estuve desde dentro y fui testigo de las sesiones de entrenamiento de los luchadores por más de un mes (hasta ahora soy asiduo concurrente y amenazo meterme al ring) y también he sido testigo de los intentos fallidos de imponer nuevamente la lucha libre de entretenimiento en nuestro país.
Dentro de lo destacable está la garra y pasión por esta disciplina que la 'nueva generación' de luchadores peruanos demuestra tanto en sus entrenamientos y peleas en coliseo (muchas veces a medio llenar y otras con cuatro gatos), es un gusto decir que fui testigo de la coronación del primer campeón peruano en treinta años a pesar de que el ganador fue un mexicano: 'El Último Chingón'. Las cosas malas nunca faltan y malos manejos administrativos y falta de visió (o exceso de entusiasmo en este caso) le pusieron cabe a un crio en pañales que intentaba de a pocos aprender a caminar.
En cuanto a la lucha que viene de la tierra del 'Tío Sam' la WWE fue la que mostro más de lo mismo, con una que otra cosita que sorprendía a los fanáticos. Este 2008 que se va será recordado como el año en el que se retiró Ric Flair, tremenda legenda que tiene su sitial en la historia de la lucha profecional bien merecido. Este año será también recordad por haber sido el que presento por primera vez en Lima un evento de la empresa de los McMahon que, si bien fue algo novedoso, sólo conveció a los fanboys y no a los fanáticos exigentes pues las luchas que vimos en el estadio nacional fueron hechas por cumplir.
Vince y compañía nos regalaron nuevamente a John Cena como campeón pero también a CM Punk y Jericho en reinados desmerecidos y sin brillo (Y2J recurrió a HBK para sacarle lustre a un título que de por sí ya no brillaba). En la marca azul Jeff Hardy se coronó por primera vez campeón de la WWE y el Undertaker demostró que es infaltable, al igual que Edge. HHH tuvo un largo reinado para variar.
En TNA las cosas no parecen mejorar del todo. El 2008 nos deja con una rivalidad entre los reciclados (Angle, Sting, Steinner, Nash, Booker) contra los originales de la empresa de Spike TV (Styles, Samoa Joe, etc). Las luchas tienen un buen nivel y demuestran que tiene con que quemarle al película a WWE pero les falta manejar los bookeos. El regalo que nos traerá el 2009 será el regreso de Mick Foley a un ring de lucha, de la mano de los originales de TNA.
